En China, los “ChatGPT” locales desafían la censura y las sanciones de Estados Unidos

La presentación en China de una alternativa a ChatGPT resalta los desafíos que enfrentan las empresas locales en la competencia por la inteligencia artificial, en medio de la rivalidad tecnológica con Estados Unidos y la censura.

El 16 de marzo de 2023, el gigante de internet chino Baidu lanzó “Ernie Bot”, su versión del chatbot estadounidense ChatGPT, cuyos logros son seguidos con interés en China a pesar de la orden de bloqueo.

ChatGPT, lanzado en noviembre de 2022 por la startup californiana OpenAI, ofrece respuestas detalladas sobre una amplia gama de temas en segundos, redacta ensayos o crea contenidos.

El acceso a ChatGPT en China requiere de un VPN y un número telefónico extranjero. Aún así, mantiene su popularidad por ser tema de numerosos artículos y debates en redes sociales.

Baidu se posiciona como uno de los primeros conglomerados chinos en afirmar que puede ofrecer un servicio comparable a ChatGPT.

No obstante, la presentación a la prensa de Ernie Bot se limitó a demostraciones pregrabadas y a resolver una simple ecuación algebraica.

– Contenido sensible –

No se permitió la interacción directa con el chatbot en un país donde las empresas digitales son presionadas frecuentemente por las autoridades para eliminar cualquier contenido considerado sensible o políticamente incorrecto.

Tras la presentación, las acciones de Baidu experimentaron una caída de casi un 10% en la bolsa, recuperándose al día siguiente gracias a comentarios positivos de algunos probadores del robot, incluyendo analistas de Citigroup.

Aún no se ha anunciado una fecha de lanzamiento oficial para Ernie Bot, que funciona en mandarín y está dirigido exclusivamente al mercado chino.

El reto para los desarrolladores en China es crear un chatbot eficaz que no contravenga el estricto marco de contenido permitido.

Por ejemplo, al preguntar si el presidente chino Xi Jinping era un buen líder, un chatbot desarrollado por la prestigiosa Universidad de Tsinghua en Beijing evitaba la pregunta e invitaba a ingresar una nueva consulta.

“La regulación y la censura de contenidos en China” son claros obstáculos, según Lauren Hurcombe, experta en tecnología del bufete de abogados DLA Piper.

Esto significa que las empresas chinas disponen de “muchos menos datos” que sus competidores occidentales para alimentar y entrenar sus sistemas, explicó Hurcombe a la AFP.

– Desventajas –

Además del mandarín, Ernie Bot también comprende algunos dialectos chinos, pero su dominio del inglés es limitado, reconoció el director de Baidu.

Otro desafío para las empresas chinas es acceder a tecnologías estadounidenses, como los chips necesarios para ejecutar algoritmos de chatbot, en momentos en que Washington intensifica las restricciones por motivos de seguridad nacional.

China aspira a liderar el campo de la inteligencia artificial para 2030, transformando sectores como la industria automotriz y médica.

Sin embargo, “ya no se tiene acceso” a los chips más avanzados para ejecutar IA compleja, señala Lauren Hurcombe, quien cuestiona la capacidad de China para encontrar alternativas igualmente eficientes.

“En 2016, China ya estaba construyendo supercomputadoras líderes a nivel mundial utilizando sus propios chips”, señala Steven Miller, profesor emérito de sistemas de información en la Singapore Management University (SMU).

“Si esa era la situación hace siete años, hoy sin duda poseen mayores capacidades para el diseño de chips de alta gama”, le dijo Miller a la AFP.

Baidu ya se ha equipado y produce sus propios chips.

– Miles de millones de parámetros –

Todos los colosos tecnológicos de China afirman estar desarrollando su propio robot conversacional, incluidos gigantes de internet y videojuegos como Tencent, o los titanes del comercio electrónico Alibaba y JD.com.

El mismo fervor se observa en Estados Unidos, donde el coloso de la informática Google lanzó el martes su propio chatbot, Bard, al público general, con la intención de perfeccionar la calidad de sus respuestas.

Pero en la contienda por la inteligencia artificial, en 2021, Estados Unidos contaba con el doble de startups que China y tres veces más inversión privada en este sector, de acuerdo con los últimos datos disponibles de la Universidad de Stanford que monitorea estas cuestiones.

Hace dos años, en Pekín, la Academia de Inteligencia Artificial, una entidad estatal establecida en 2018 para fomentar la innovación, ya había desarrollado un precursor de ChatGPT.

Denominado Wu Dao, sus desarrolladores lo describieron como “el modelo de lenguaje de inteligencia artificial más grande del mundo”.

En aquel momento, disponía de 1.750 millones de parámetros, lo que supone cien veces más que la versión anterior de ChatGPT (GPT-3). Sin embargo, Wu Dao nunca logró destacarse.

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